viernes, 1 de octubre de 2010

Al fin acabó


Huye, corre, aléjate. No se que sentir, no se que poder decir, no se que palabras podría expresar. Espero que nadie este un día en mi situación, espero que nade en este mundo sienta lo que yo siento, por que en verdad que sufro al ver lo que pasa a mi alrededor. Si le digo que confiese, no me lo va a aceptar, si le digo que huya, no lo volveré a ver, y si lo entrego no me lo va perdonar.
Pero que decirle a alguien que ha asesinado a su padre, que le puedo decir a aquel que ha matado a su madre y degollado a su hermana.
Si hubiese sido una situación diferente solo le hubiese dicho que l dejara de pensar, si hubiese sido un vagabundo o un político hasta lo hubiese de felicitar, pero el que haya matado a su familia, para eso no tengo una explicación.
Solo se que no fue un día como los demás, estábamos en mi casa viendo una película, el sol ya se había ocultado y los grillos ya empezaban a amenizar la noche bajo la grande luna de otoño que se veía alredor. Los pajarillos ya estaban durmiendo y el sereno de la noche empezaba a caer sobre las flores.
No había nada malo en el mundo, creía yo, sentía que esos momentos de tranquilidad, que esos momentos de paz podían darle una pequeña escapatoria, pero no fue así, creo que ese momento que le di de paz fue el ultimo de su vida, creo que ese momento de paz fue la gota que derramo el vaso de esta locura .

Así estando en mi casa escuchamos un fuerte golpe de la puerta, como si una persona quisiera escapar, como si vinieran a arrestar a alguien. Mi madre cansada por la edad fue hacia la puerta y al abrir, entró aquel hombre.
Un hombre joven, vestía de ropa muy formal y en su cara se notaba una apariencia de odio y disgusto.  Detrás estaba una Señora ya grande, su pelo blanco y su ojos llorosos demostraban la inconformidad con lo que estaba apunto de suceder.

El Señor entro con una prepotencia indescriptible, como un perro furioso dispuesto a matar a su presa,.
 Mi madre le dijo que se calmara, que no era necesaria tanta violencia, que no era posible que en su casa se armara un escándalo así, el joven solo la ignoro y sin ninguna duda se acerco hacia la puerta de mi cuarto, y de una patada derribo la puerta con una fuerza como la de un elefante.
Tomo a mi amigo del pelo,  y le coloco una bofetada en el rostro.
Le dijo que no quería que se volviera a salir de la casa, que entendiera que el no era libre, que el no puede tener amigos, que el es un inútil que solo vive para arreglar la casa, no puede salir de ahí, no puede ni siquiera tener amigos, que es un esclavo de la casa y eso no va a cambiar.
Y mientras su madre alterada le decía que hiciera caso, y su hermana insoportable se burlaba a carcajadas de el. Solo cerro sus ojos, se concentro en si mismo y con lagrimas en los ojos por lo que iba a hacer, soltó una patada en los genitales del tipo, , tomo su muñeca que le sujetaba y con los ojos rojos como de un maniático le doblo el brazo.
Mientras miraba la impresionante escena, escuche que le dijo:
Nunca mas me vas a hacer la vida miserable, nunca mas me vas a colocar un dedo encima y jamás voy a volver a oír tu voz, y sacando una daga, del pantalón,  y con toda su fuerza le encajo el puñal en el ojo, y tras brotar como una fuente la sangre por el cuarto, volvió a repetir al acción y encajo 7 la filosa hoja en el  vientre, corazón y pulmones.
Lo único que le el agonizante padre le alcanzo a decir a su hijo fue
Maldito seas, has matado al que te dio la vida.
Y tras ese espectáculo la madre se le aventó para golpearlo, Entonces alzando el cuchillo a la altura de sus hombros encajo la hoja en la yugular de la iracunda madre.  Y al instante murió, no dijo nada solo expiro. La hermana tomo el florero de la mesa del comedor y se lo aventó al rostro, pero el esquivando y corriendo hacia ella le encajo en el corazón la hoja y murió.
Solo puedo ver como las sangre de esas personas fluye por mis pies, nunca me hubiese imaginado que mi amigo pudiese hacer eso a su mama, ni a su papa, ni a su hermana.
Estoy totalmente desconcertado, y si estoy ahora que la adrenalina se le ha bajado esta peor.
El arrepentimiento es lo único que esta en su mente y de rodillas a mis pies se pregunta que ha hecho, como fue posible y que puede hacer.
Me coloque a su altura, lo abarace y le dije, tranquilo, tu martirio terminado. Aun con esto ya puedes ser feliz.

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